Este verano ha sido un verano de reencuentros, algunos con amigos que han venido de lejos y otros de cenas y cafés con amigos que no veía desde hace tiempo. Interesante como nos podemos pasar meses, incluso años sin ver a una persona y en solo unos segundos tener la sensación de seguir donde lo dejamos. Esto me hizo pensar sobre las relaciones humanas, lo delicadas que son y lo importante que es
cuidarlas.
Vivimos en una cultura donde parece ser que todo se puede solucionar rápido y sin esfuerzo: una fórmula mágíca para aumentar las ventas, siete pasos fáciles para atraer al hombre o a la mujer de tu vida, pierde x kilos en 21 días, eventos de networking donde conoces empresarios en un minuto, etc, etc, etc. No sé vosotros, pero para mi esto es muy artificial, muy procesado.
Cada vez tenemos más tecnología para comunicarnos y sin embargo parece ser que cada vez estamos más desconectados. Solo hay que entrar en twitter o facebook y leer. Llega al punto que una hasta se aburre leer tanto ¨yo, yo y más yo.¨ Dicen que en nuestras conversaciones normales hablamos sobre nosotros mismos (nuestro tema favorito) un 30% del tiempo, en las redes sociales es un 70%. Yo diría que para algunas personas estos porcentajes son hasta incluso más altos.
¿Realmente pensamos que solo hablando de nosotros, de nuestro producto, de nuestras ideas vamos a conectar con otra persona? Y si no estamos para conectar, ¿para qué estamos?
Con tanta comunicación y conexión ¨irreal¨ me pregunto, ¿acaso no obviamos lo obvio? Nos olvidamos de lo más simple y de lo más básico, se nos olvida que Somos Seres Humanos, con todo lo que eso conlleva. Somos personas con necesidades, que nos gusta que nos escuchen, que nos miren a los ojos, que nos reconozcan, nos gusta que nos QUIERAN.
Por lo visto seguimos sin enterarnos.
Para crear una relación verdadera con otra persona, lo que a mi me gusta llamar una
Relación Orgánica, requiere de esfuerzo, tiempo y mucho amor. Al igual que con la comida orgánica, es una relación natural, sin pesticidas, ni conservantes, sin procesados artificiales, es natural. Para crear esta conexión con otro ser humano hay que sembrar, nutrir, cuidar, cultivar y tener paciencia. Las Relaciones Orgánicas se van cuidando día a día, quitando las malas hierbas, regándolas con pequeños detalles, creando ACTIVAMENTE un espacio para que crezcan, para que florezcan.
Esto no se consigue hablando de ¨mi¨, esto se consigue aportando, hablando de ¨ti y nosotros¨, para crear ese vinculo de confianza tan necesario.
Hoy, abre los oídos y el corazón, escucha y obsérvate a ti y a otros. ¿Cómo cuidas tus relaciones con tus amigos, familiares, clientes, etc.? Sé honesto contigo mismo y a ver qué averiguas.
¿Qué paso podrías tomar hoy, aunque solo sea un pequeño detalle, para crear una Relación Orgánica?