Con que poquito…....se dice
tanto.
Hace un tiempo
asistí a un congreso donde impartía una ponencia un amigo junto a un colega
suyo. Al entrar en la sala se acercó su
colega a mi y me presenté, él me atendió con mucha simpatía y alegría hasta que
llegó mi amigo y le dijo, esta no es la Teresa que tú te pensabas. En ese momento el otro dijo ¨ah¨, se dió la
vuelta y se fué sin mas. (Sin
comentarios!)
El otro día me
pasó algo muy parecido, pero con un final muy diferente. Había terminado un curso y me dirigí al
hotel. Cuando llegué le di al ascensor,
al abrir la puerta del ascensor me saludó un hombre con una sonrisa muy grande
y me dice ¨Te estábamos esperando. Te he visto desde la ventana y he querido
bajar a darte la bienvenida.¨ A lo que
yo le respondí, ¨Creo que te has equivocado de persona, no soy quien
esperabas.¨ Su respuesta, ¨No eres ….tal¨, la mía ¨no¨. Y a continuación y sin pensárselo dos veces
me preguntó cómo me llamaba y a qué planta iba.
Seguimos hablando y riendo sobre lo que había ocurrido, me llevó el bolso
del ordenador a mi habitación y me dio una cálida bienvenida al hotel.
Cuando se fué me
quedé pensando, me recordó a ese día en la sala del congreso y como me sentí.
Con que poquito se dice tanto!
Mi reflexión
personal: Cuidemos estos pequeños
(grandes) detalles, marcan TODA la diferencia.
Cuánto me queda por trabajar en los detalles! Este Sabado tuvimos un Seminario de Formación y precisamente iba orientado a fomentar esa atracción positiva de la gente, cuidando de esos pequeños detalles que marcan tantísima diferencia. Una sonrisa, la escucha activa, la empatía, la asetividad... Gracias por compartir tu experiencia Teresa, como siempre con muy pocas palabras me trasmitis muchísimo! Gracias una vez mas!
ResponderEliminarPues sí, Teresa. ¡Qué importantes son los pequeños detalles! Hay que cuidarlos día a día...Un abrazo.
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